De la receta secreta de mi abuela  

Posted

Querido y fraudulento diario:

Mi mañana no pudo ser más movida. Estuve todo el tiempo ayudando a trasladar cajas y cajas de pólvora y nitroglicerina desde el laboratorio del sótano hasta el camión que las transportaría a los almacenes generales de Industrias Wallace. El amo tenía todo ese explosivo allí porque había estado investigando la forma de crear un nuevo deporte de riesgo, el nitrosurfing, pero un accidente con los muñecos dummies le hizo cambiar de idea, así que ahora me toca a mí limpiar todo el estropicio.
El camión se fue, olvidándose una caja de pólvora que dejé en la cocina, junto a la canela y las virutas de chocolate. Después me puse a amasar unas pastas, según la receta de mi querida abuela, para la merienda que el Señor Wallace tenía concertada con el Señor Latura. Servir a personajes tan peculiares es estresante, pero gratificante al mismo tiempo, ya que te da pie a hacer cocina experimental.

WALLACE
… Y así es como se resuelve el problema del hambre en el mundo.

LATURA
Y parece tan sencillo cuando proviene de su florido verbo, mi buen amigo...

WALLACE
Mmm... Tanto hablar de hambruna me ha despertado el apetito. ¿Quiere usted comer algo? ¿Sandwich? ¿Tarta? ¿Sugus?

LATURA
Mi médico personal, el ilustre Dr. Trepkos Topokotopoulos, me ha recomendado no abusar de las comidas entre horas. Sin embargo, no creo que un clásico té con pastas pueda hacerle mal a nadie, ja ja.

WALLACE
Jajaja. ¿Qué podría pasar, verdad? Permítame... ¡Simon! ¡¡SIMON!! ¡Venga aquí!
Probará el té especial que compré durante mi visita a España la pasada Semana Santa. Es una variedad que no conocía... "Hacendado", me parece que se llama...

[entra Simon]

SIMON
¿Me llamaba, Señor Wallace?

WALLACE
Correcto. Tráiganos al Señor Latura y a mí un té de esos que compré en España. Y algunas pastas. Las que usted vea, nos da igual.

SIMON
De acuerdo, amo.

[sale Simon]

WALLACE
Bueno, dígame, Señor Latura, ¿cómo pasó usted las pascuas? ¿Qué tal fueron sus viajes?

LATURA
Francamente interesantes. Mi piloto, Maverick, como es habitual en estas fechas, me entregó un detallado documento con diversos destinos de mi interés. Este año me decanté por Grecia, tierra de la democracia y del yogur.
De modo que, una vez estuvo todo preparado para mi partida, subí a mi avión personal y me acomodé en mi asiento, junto al cual hice colocar un elegante minibar repleto de exóticos brebajes. Y aunque podría haberlo hecho, por razones personales preferí no hacer uso de ese nuevo servicio aéreo de "ProstitutaExpress-In The Air". Imagino que lo conoce, Señor Wallace.

WALLACE
Sí, allí fue donde conoció usted a su señora, ¿verdad, amigo?

LATURA
En efecto. Ella pilotaba ese día.
Como le decía, me relajé de tal modo que, poco después, ya habíamos llegado. He de confesarle que por culpa del vodka de dudosa procedencia del que con toda certeza abusé, quedé altamente desorientado al aterrizar.
Mi tripulación tuvo que ayudarme a bajar y... Bueno, lo primero que recuerdo después de eso es hallarme entre unas increíbles ruinas griegas. Oh... Espléndido. Allí se respiraba Historia. Era como viajar en el tiempo a la Antigua Grecia. Caminé largo rato, maravillándome aún más a cada paso que daba... Hasta que llegué a la tienda de souvenirs.
Entonces me di cuenta de que estaba en el Museo Británico e hice llamar a Maverick para hacerle saber que estaba despedido.

WALLACE
Oh. ¡Qué deliciosamente rocambolesco!

LATURA
¿Puede creerlo, Señor Wallace? ¡El muy palurdo no sabría ni llegar al burdel en el que fue concebido!

[entra Simon con una bandeja, llevando dos tazas de té y un platito con pastas]

WALLACE
Por eso siempre le digo que es mejor viajar en tren. Si el maquinista se pierde, lo tiene fácil para encontrar nuevamente el camino.
Bien, Simon, por una vez trae el té antes de que se congele. Ya está, puede retirarse.

[sale Simon]

WALLACE
Verá qué té tan magnífico... Pero antes de probarlo, le sugiero que tome una de estas pastas. Simon las ha estado horneando toda la mañana, siguiendo una receta inventada por su abuela, allá en Cádiz.

[ambos cogen una pasta]

WALLACE
Mmm... Qué bien huele.

LATURA
Mmm… Virutas de chocolate…

[la pasta explota]


-----------------------------------------------------------------------